Preguntas Frecuentes
Respuestas rápidas a las preguntas más comunes sobre nuestros probióticos
La kombucha es una bebida fermentada que se obtiene a través de una colonia de microorganismos en forma de hongo gelatinoso (SCOBY). A diferencia de otras fermentaciones comunes como vinagres a base de frutas o verduras, la kombucha se caracteriza por este proceso simbiótico único.
Estudios han demostrado que la kombucha retrasa el desarrollo de la tuberculosis, tiene propiedades antibióticas, antioxidantes y antibacterianas. Hoy es popular sobre todo por sus beneficios en la flora intestinal y el bienestar digestivo.
La kombucha contiene millones de bacterias probióticas que ayudan a limpiar la flora intestinal de bacterias malas y residuos. Esto favorece la digestión y mejora la salud intestinal.
Sí. Una vez que los probióticos limpian y equilibran la flora intestinal, el metabolismo se acelera, lo que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y mejorar las defensas del cuerpo.
Los ingredientes básicos son: SCOBY (hongo), té negro o té verde, azúcar y la misma kombucha como iniciador.
El SCOBY (Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast) es una biopelícula de celulosa compuesta por levaduras y bacterias. Su función es fermentar el té y producir la kombucha. Sin SCOBY no existe el proceso de fermentación.
Sí. El proceso suele durar entre 10 y 15 días. Mientras más tiempo se deje después del día 10, más fuerte será la fermentación. Factores como la temperatura y el lugar también influyen en la duración.
Se recomienda beberla pura en dosis de 50 a 100 ml al día, con un máximo de 180 ml. La cantidad puede variar según el peso y tamaño de la persona.
En casos poco comunes puede provocar exceso de acidosis láctica, hepatotoxicidad o alteraciones hepáticas si se consume en exceso. Se recomienda tomar de 50 a 100 ml diarios por un máximo de 60 días y luego descansar 30 días.
Se aconseja consumirla en ayunas, ya que el estómago vacío facilita la digestión y aporta energía de manera más rápida.
La kombucha suele estar lista después de 10 días. Una señal es el cambio de color del té a un tono más claro y cristalino (café claro/canela) y un olor suave similar al vinagre.
Se recomienda empezar con dosis mínimas de 50 ml, hacer un seguimiento de los primeros 15 días y observar los cambios en la salud o el rendimiento físico.
Siempre es recomendable consultar con un nutricionista. También puedes contactarnos directamente por WhatsApp al +591 70205552 o en nuestras redes sociales para resolver tus dudas y recibir recomendaciones personalizadas.